lunes, 25 de julio de 2011

Bocaditos de carne al vino blanco

 

Ingredientes para 3/4 personas:

500 gr de carne de vaca cortada en taquitos
1 zanahoria grande
1 cebolla grande
1 buena rama de apio
200 ml de vino blanco
200 ml de agua
Aceite de oliva, sal y pimienta


Preparaciòn:

Cortar la zanahoria y el apio en rodajas y la cebolla en juliana. Sofreir en una cazuela o en una sartèn alta.
Cuando empiecen a tomar color añadir los taquitos de carne y continuar sofriendo hasta que èstos empiecen tambien a dorarse.
Añadir el vino y el agua, sal y pimienta, cubrir con una tapadera y cocinar a fuego lento durante al menos 1 hora.

La foto es de antes de hacer lo que os voy a decir ahora: separar la carne. Poner el resto (verduras y jugo, pero no demasiado jugo) en el vaso de la batidora y reducirlo a una salsa espesa. Esta salsa se puede usar con la carne o, como he hecho yo en la ultima foto, usarla per aliñar unas patatas cocidas, por ejemplo. En ese caso, para que la salsa me saliera mas espesa le he añadido un trozo de patata cocida.



Nota: He escrito "carne de vaca" y no "de ternera" porque yo uso carne de vaca adulta, que es mas roja y mas dura. En particular, esta receta la hago con carne de raza chianina que es muy apreciada en esta zona.

martes, 19 de julio de 2011

Formitas de pollo

Si el otro día deshuesamos un pollo, ahora me desquito con la receta más sencilla que hayáis visto.
Necesitamos:
Medio pollo (yo echo un muslo y una pechuga)
1 huevo
1 cucharada sopera de queso untable (bien colmada).
sal
pan rallado (cantidad necesaria, que viene a ser como unos 250 gramos).
Hierbas y especias a gusto de cada cual.
(admite también jamón cocido, trocitos de pimiento morrón, un diente de ajo picado..., todo depende de quién se lo va a comer).

Preparación:

Limpiamos el pollo, crudo, por supuesto, sacamos la piel y los huesos y lo secamos bien. Esto es importante, para que luego no tenga más humedad de la necesaria. Lo pasamos por algún aparato picador de carne, porque la idea es picar el pollo como si fuera para hacer hamburguesas (en realidad, hay un punto, en el que lo podemos usar para hacer hamburguesas o para hacer las formitas).

Una vez que el pollo está picado o triturado o pasado por la batidora, vamos incorporando los demás ingredientes. En el robot es estupendo, porque no nos manchamos los dedos, pero a mano, como toda la vida, tampoco es muy complicado.

Una vez incorporado el huevo, el queso, la sal, las hierbas, las especias, y los demás ingredientes opcionales, es el momento de ir echando el pan rallado, para que os hagáis una idea, tenemos que obtener una masa parecida a la de las galletas o a la del pan, por eso era tan importante que el pollo no estuviera húmedo de más, porque si es así, vamos a necesitar más pan rallado.

Esta masa vamos a extenderla en una bandeja, en la que previamente hemos echado una fina capa de pan rallado, le dejamos a la masa del pollo un grosor de un centímetro, o un centímetro y medio (depende de cómo queramos hacer de gruesas las formitas, a mí me gusta de poco más de un centímetro, para controlar mejor la fritura).

Y ahora sí que llega el momento más genial. Si tenemos cortantes de galletas, vamos a usarlos. Mejor si no tienen muchas curvillas pequeñas, los de forma de corazón, de flor, de estrella, son los mejores, también los que tienen forma de pica, de rombo o de círculo, mejor no usar si tenéis con forma de cisne o de hipopótamo, pueden ser impactantes, pero más trabajosos para cortar la forma. Si no tenéis cortadores de galletas, ni moldes de plastilina, entonces os aconsejo que vayáis haciendo bolitas con la masa, y le metáis un palillo de dientes, se va a quedar como un chupachup de pollo y si le dais a la bolita, forma de pera, va a quedar como un muslito de pollo, y el palillo, con un poco de imaginación, sería la patita.


Hay otra opción, podéis dejar la masa un poco más blanda e ir pasando luego por pan rallado, pero os va a dar más trabajo, de esta manera, incorporando todo el pan rallado con la misma masa, simplemente es ir cortando y friendo.

El último paso es precisamente ese: freír el pollo, como si fueran las formitas de pollo que se compran o como si fueran croquetas, es decir, hasta que queden bien doradas, pero no quemadas.

Cuando dije que había un punto en el que podríamos optar por freír o hacer hamburguesas, me refería al punto de extender la masa en la bandeja. Ahí es cuando podemos optar por hacer formitas, hacer hamburguesas o hacer muslitos con palillos de dientes.
Es una de esas recetas que luego se van a ir ajustando a los gustos y a las necesidades. Y es bastante socorrida, porque es fácil de hacer, se acomoda bien a los diferentes gustos y es bastante rendidora.

Nota: hacer como que no veis el papel secante de las fotos, sin embargo, tienen su parte positiva, como veis, vais a necesitar poner las formitas sobre un papel, para que escurran bien el aceite sobrante.

miércoles, 13 de julio de 2011

Sardinas rellenas



Ingredientes para 2 personas:

350 gr de sardinas de entre 10 y 15 cm como mucho.
Aceite de oliva
Algunas hojas de laurel
3 cucharadas de pan rallado
1 cucharada de perejil picado
1 cucharada de pasas
1 cucharada de piñones
3 anchoas en conserva de aceite (o en sal, pero lavadlas bien)

Opción Di: lo escribo a parte porque es un sacrilegio usar el queso con el pescado, pero yo normalmente le echo una cucharadita de parmesano en polvo. También suelo añadir un chorrito de zumo de limón.

Preparación:

Poner las pasas en remojo mientras limpiamos las sardinas quitándole todo lo que se le puede quitar: escamas, cabeza, tripas, cola, aleta dorsal y sobretodo raspa. Reservarlas abiertas en un plato.
En una sartén poner 2 cucharadas de aceite, calentarlo ligeramente y añadir el pan rallado. Mezclar y tostar. Cuando coja color apagar en fuego y echarlo en un bol. Echar en el bol los piñones, las pasas muy escurridas, el perejil picadísimo, las anchoas también picadísimas (y en mi caso el queso en polvo y el chorrito de limón. Mezclar todo bien y añadir sal y pimienta al gusto.

Ahora empieza la diversión. Rellenar las sardinas! Podeis hacerlo en dos modos: una es poniendo el relleno en el centro longitudinalmente y cerrarlas como libros. La otra es la que yo prefiero: enrollarlas. Lo hago así: pongo la sardina en la palma de la mano con la piel hacia abajo, pongo encima una cucharadita del relleno e intentado de que no se salga todo (se saldrá un montón de todos modos) las enrollo empezando por "el cuello" de la sardina y terminando por la "ausente" cola. Las pongo enseguida en la fuente para el horno, con la cola hacia abajo para que no se desenrollen, y pegadas las unas a las otras. El relleno que sobra se echa por encima (si no os sobra mucho espolvorear un poco de pan rallado. Las hojas de laurel las podéis o bien poner entre sardina y sardina, o bien distribuirlas por encima. (en la foto no las veis porque no tenia! tenia solo laurel picado, no se ve obviamente). Rociar con un chorrito de aceite de oliva.

Al horno! Se hacen enseguida! Con 10 min. a temperatura media basta. Las podéis comer calentitas o frías, el día siguiente, sacadas del frío, como queráis.

Nota: esta es una receta , o una variante, de un plato típico de la mitad meridional de la bota. Yo creo que cada pueblo tiene su versión y su nombre. El mas conocido creo que es "sarde a beccaficu" de Sicilia. También depende de la región el enrollarlas o cerrarlas.

Buen provecho!

Diana MR

lunes, 11 de julio de 2011

FIDEUA DE MARISCO (con fideo cabello)

Ingredientes:
- Fideo cabello.
- 2 Tomates
- 1 cebolla.
- 3 dientes de Ajo.
- 1 Pimiento.
- Un puñadito de guisantes congelados.
- Caldo de pescado.
- Preparado de paella (o el marisco que nos guste).
- Aceite.
- Vino blanco.
- Sal.
- Azafrán y pimienta.

Preparación:

Se sofríe el ajo y la cebolla partidos en trocitos pequeños. Se pica el pimiento y se añade al sofrito. Finalmente se sofríe el tomate pelado y partido en trozos pequeños. Se sofríe un rato hasta que se dore la cebolla. A continuación yo añado el preparado de paella congelado y unos guisantes.

Por otro lado, en una sarten vamos a poner a dorar unas láminas de ajo en abundante aceite, y antes de que se queme vamos a echar los fideos que vamos a utilizar en la receta, la cantidad que vayamos a usar, removemos todo el rato para que no se quemen. Este paso es crucial para que el resultado sea el deseado. Los fideos deben tostarse un poquito. Coger un colorcillo marrón tostado. Pero no quemarse! Cuando han tomado su punto se sacan de aceite y se ponen a escurrir en un escurridor para que suelten el aceite.

Una vez escurridos los fideos los añado al sofrito con el marisco que tenemos en la otra sartén. Añadimos un vaso pequeño de vino blanco, la sal y una carterilla de azafrán. Removemos un poco y añadimos un poco de caldo de pescado.

Es preferible que esté todo el tiempo casi seco, porque si se reblandearan demasiado los fideos no sería lo mismo. El punto es: fideo cocido, pero sin caldo en la sartén. Eso se consigue añadiendo el caldo poco a poco, conforme lo "pide" la fideua.



Hay quien lo mete al horno un rato para que se dore. Pero con mi forma de prepararlo eso no es necesario, aunque tampoco estaría de más.

MEJILLONES ALIÑADOS

Tengo que reconocer que, al lado de vuestras fantásticas recetas, esta da hasta vergüenza ponerla! pero no por ser más fácil deja de ser "merecedora" de estar en nuestro fantástico blog.

Os cuento que la idea de esta receta no es mía, es como siempre de nuestra Anita (madre) y yo me he copiado, os explico:

 INGREDIENTES:


- 1 kilo de mejillones crudos.
- Un chorreon de vino blanco.
- dos dientes de ajo.
- perejil fresco.
- Aceite.
- Sal.

Es bien sencillo: cocemos los mejillones al vapor poniendo en la cazuela los mejillones y un chorreoncillo de vino blanco, ponemos la tapadera y cuando se han abierto todos lo apartamos. Esperamos a que se enfríen y separamos las cascaras de la carne del mejillón.
Ponemos en una fuente los mejillones y añadimos la sal, el ajo partido en trocitos y el perejil picado. Echamos el aceite de oliva por encima y dejamos un ratito antes de comerlo, para que tome los sabores.


Nota: la versión original era una receta de aprovechamiento, es decir; ella hizo un día boquerones en vinagre, y le sobró el aceite con los ajos. al día siguiente coció los mejillones y le echó por encima el aceite que le había sobrado de los boquerones del día anterior. Estaba bueniisimo!

domingo, 10 de julio de 2011

Vídeos sobre cómo deshuesar un pollo



Esta técnica no es precisamente la mía, ya lo sé. Si aun así no estáis muy conformes, hay más vídeos sobre el tema en youtube y más técnicas en otros sitios de cocina. Seguid buscando. Seguro que acabáis dando con vuestra forma o acabáis inventando una, sacando un corte de allí y otro de aquí, como yo hice.

Pollo deshuesado y relleno (a mi estilo)





Bueno, la verdad es que esta receta es mucho más complicada de explicar que de hacer, de hecho, si no la he subido antes es porque no sé bien cómo dejar claros algunos puntos, así que, finalmente, he optado por dejarlos oscuros.
En primer lugar, vamos a necesitar un pollo de unos dos kilos y pico (más pequeño no vale la pena y más grande va a parecer un dinosaurio).
Además vamos a necesitar, un cuchillo con una punta muy fina y mucha, mucha, mucha paciencia y, por supuesto, no tener prejuicios filosóficos de ningún tipo sobre el descuajeringar a un bicho.
Es mejor que usemos un pollo frío, así que vamos a meterlo en la heladera durante un rato o si lo tenemos que descongelar, vamos a dejarlo justo en ese punto en el que se puede manejar, pero que no está del todo descongelado. También es importante no destrozar mucho la piel, porque nos va a servir para contenerlo todo bien, y para coserlo.
Advierto, además que este procedimiento que yo sigo, es muy personal, en Internet hay montones mucho más ortodoxos que el mío.
Vamos allá con el pollo. Lo primero que yo hago es desarticular los muslos. Con un cuchillo de punta fina, separo los tendones y la carne de una de las patas, como si estuvieramos deshuesando el muslo. Una vez que ese muslo esté desarticulado y le hayamos sacado el hueso, vamos a seguir con esa parte, es decir, si empiezo por el muslo derecho, voy a seguir con la parte derecha, más que nada, por prolijidad. Lo siguiente es hacer lo mismo con el hueso del contramuslo, procurando extraer además las articulaciones (aunque algunos las dejan, yo prefiero eliminar las ternillas también). Siempre, por supuesto, con ayuda del cuchillito de punta fina. Luego yo hago algo que no todos hacen, y que demuestra que no soy un chef. Corto el pollo longitudinalmente desde el cuello hasta la colita, y esto me ayuda a empezar a separar la carne del hueso, a veces me da la sensación de que le estoy sacando una camiseta que se le haya quedado pegada. Cuando tengo toda la parte de atrás separada, me voy con el otro muslo y el otro contramuslo. Luego las alas. Rompiendo primero el hueso ese que tiene forma de V y que une las alas con la carcasa delantera (esto hay que hacerlo un poco con las manos, porque hay que tantear bien, y un poco con el cuchillo).  Yo sólo aprovecho la parte alta de las alas, a las que le saco el hueso con el mismo procedimiento que usé para el muslo. Ya tenemos toda la parte de atrás. Ahora me voy desde atrás hacia la pechuga, con el cuchillo de punta fina, voy separando despacito la pechuga de su hueso (es lo más fácil que hay en todo el asunto). De pronto, sin saber ni cómo ni por qué, ya no nos quedan huesos en el pollo. Entonces es el momento de tomar una aguja, enhebrarla con hilo de cocina y coser la piel del pollo. Empezamos por abajo, por el culito, luego vamos subiendo por la espalda, el pobre pollo queda como la versión en pollo de frankenstein. ¡No se cose el cuello ni los hombros!, porque por ahí vamos a rellenarlo. Sí que se atan los cabos de los muslos y los de las alas.
Para el relleno, cualquier cosa que se use normalmente para el relleno de la carne está bien, pero yo prefiero una mezcla de carne picada con huevos, aceitunas picadas, almendras o cualquier otro fruto seco que se tenga a mano, también picado, una zanahoria picada chiquita, un pimiento rojo también cortado chiquito, todo bien mezclado y a rellenar al pobre pollo, con la misma técnica que se rellena cualquier pollo, pero llevando el relleno hasta los muslos, para que luego tengan algo dentro.
Cuando ya está todo relleno, hay que coser la parte que quedó, es decir, el cuello y los hombros.
Para asarlo, podéis usar las bolsas esas de horno o cualquier otro sistema que uséis para asar el pollo. A mí me gusta que se cueza bien por dentro, así que lo cocino con el fuego muy bajo y durante mucho tiempo.


Para que veáis que no soy tan mala, os pongo unos vídeos de youtube que explica esto del pollo mucho mejor que yo, pero que no sigue del todo mis indicaciones, de todas formas, el resultado es el mismo: el pobre pollo se queda sin huesecillos.

Nota: la primera vez que hice esto, tardé casi dos horas en deshuesar al bicho, ahora que lo hago con cierta frecuencia, no tardo ni media hora en dejarlo listo para el horno.

Garbanzos para el cuscús

Como ya os he dicho, hoy he preparado tajine de pollo y lo he acompañado con cuscús y garbanzos.
Los garbanzos los he preparado al estilo como los suelo preparar para acompañar el cuscús. Esta es mi receta aunque, como siempre, insisto en que no es la receta "oficial" sino la que yo conozco y como yo lo preparo, así que todas las variantes son posibles.

Ingredientes
  • Garbanzos (puedes ponerlos en remojo durante toda la noche y posteriormente cocerlos, o bien hacer como yo: usar un bote de garbanzos de los que venden ya cocidos, bien en conserva bien congelados).
  • 1 cebolla (si es pequeña, mejor utilizar 2)
  • 1 puñadito de pasas (sin pepitas)
  • Especias: clavos, canela en rama o molida, nuez moscada.
  • Un par de cucharadas de azúcar moreno
  • Sal
  • Aceite de oliva
  • 1 cucharadita de salsa Bovril (o en su defecto de salsa Perrins, o incluso una pastillita de caldo de carne o vegetal. Esto en cualquier caso es mi "toque personal" y no creo que en las cocinas árabes tradicionales se use mucho pero a mí me da buen resultado y lo aconsejo)
Preparación:
Es bien sencilla. La cebolla se corta en aros finos y se rehoga en la sartén con un chorrito de aceite de oliva. Cuando empieza a estar dorada se le añaden las especias, la sal y el azúcar moreno. A continuación los garbanzos y las pasas y se cubre con agua. Cuando todo está caliente se le añade la cucharadita de salsa Bovril (así es más fácil desleirla pues es bastante espesa).
Se tiene unos 10 minutos, cuando la cebolla está blandita y el agua se ha evaporado un poco dando lugar a una salsa de la consistencia de un glaseado.

Tajine de pollo

Creo que esta receta era imprescindible en este blog. Entre otras razones porque ha sido y sigue siendo una receta imprescindible en las reuniones familiares de todas las que nos ocupamos de esta página. En nuestra infancia era el plato que nuestra abuela (quien había vivido hasta edad madura en Marruecos) preparaba para toda la familia. Después nuestra madre ha seguido la tradición y no suele faltar en Navidad y otras fechas señaladas.
Hoy yo la he preparado para nuestras amigas Carmen, Ikerne y Ana Teresa y como sé que les ha gustado a ellas va especialmente dedicada, con permiso de todas vosotras ;-)

Se necesita:
1 pollo troceado, más o menos en octavos (lo compras ya limpio y troceado y eso que te ahorras)
1 cebolla
Especias: canela, clavo, nuez moscada, una pizca de curri, azafrán, aunque, si no las tienes a mano, puedes apañártelas con una mezcla de especias de esas que venden en tarro, especias morunas, para pinchitos, etc.
Almendras peladas (también puedes ponerle piñones o ambas cosas)
Pasas de corinto o cualquier otra sin pepitas
Aceitunas sin hueso (y sin sabor a anchoa, claro)
1 o 2 huevos cocidos.
Aceite de oliva,
Un vasito de vino blanco y otro de agua.
[No pongo las cantidades de las almendras, ni de las pasas ni las aceitunas, porque eso es todo "a ojo" pero cuanto más lleve más rico está]

Elaboración:
Se fríe un poco el pollo en una sartén aparte (sólo un poco!, no se trata de que quede frito sino de que se dore un poquillo por fuera y suelte un poco su grasa y el agua y luego la salsa te quede más limpia). Esto es opcional, se puede obviar este paso si se quiere abreviar.

Aparte pones a freír la cebolla (en trozos pequeñitos, como juliana, o en aros finos, eso es según el gusto).
Mientras pones las pasas a remojo en el vaso de vino.

Cuando la cebolla esté doradita añades el pollo, las especias y sal, el vaso de vino y un vaso de agua (esto también depende de la cantidad de pollo, claro, puedes poner más o menos líquido; también puedes añadirle una pastilla de caldo, para intensificar más el sabor).
Añades las almendras.
Lo dejas cocer un ratillo y cuando ya esté casi hecho añades las pasas y por último justo antes de apagar el fuego (o ya apagado) las aceitunas.
Es importante que las aceitunas no se cuezan porque si no no están tan buenas.
En el momento de servir puedes decorar la fuente añadiéndole trocitos de huevo cocido que no sé si es como se hace del modo más ortodoxo pero era la práctica habitual de mi abuela María.

Mis truquis:
A veces además de las pasas (o en su lugar), le pongo también ciruelas pasas u orejones.
Para acompañar el tagine va de muerte el cous-cous o un tabulet, o simplemente un arroz en blanco.
Si el pollo te queda muy caldoso, no hay problema, escurre el líquido y haz con él una salsa, espesándolo un rato más en el fuego y añadiendo una cucharadita de harina si fuera necesario. Esa salsa la sirves después aparte en una salsera para que se sirvan los más glotones. Si además has preparado cous-cous, está muy rico mojarlo un poco con esta salsa.

Hoy he acompañado el tajine con cuscús y garbanzos. El cuscús lo he preparado del modo más simple del mundo (basta seguir las instrucciones del paquete). La receta de los garbanzos la añado en entrada aparte.

Nota: la fotografía que acompaña esta entrada no es del tajine que he preparado yo hoy sino de uno que hizo mi madre las últimas navidades. ¡Por algo es la maestra!

martes, 5 de julio de 2011

Falafel

Si se buscan, se encuentran muchas recetas de falafel. La mia es inspirada en una receta del libro "Le Ricette dei Magnifici 20", new entry en mi biblioteca culinaria.

300 gr de garbanzos cocidos.
1 cucharada de harina
1 cucharada de cebolla picada
1 cucharada de perejil picado
1 cucharada de zumo de limòn
1 cucharada de comino molido
2 cucharadas de sesamo
3 cucharadas de aceite de oliva
1 diente de ajo picado
sal.
En la foto parecen muy amarillas, es porque no tenia comino y he usado condimento para pinchitos. Y ha sido una buenisima idea!




Triturar con el robot de cocina todos los ingredientes excepto el sésamo. Cuando los garbanzos estén casi reducidos a puré, pero solo casi, añadir el sesamo y mezclar a mano con una cuchara.



Con las manos hacer una bolita con cada cucharada de la mezcla, aplastandolas luego como si fueran pequeñas hamburguesas y colocarlas en la bandeja del horno cubierta de papel para hornear.

Hornear a 180 °C en horno precalentado, 10 minutos por cada lado.

Còmo acompañar el falafel està en vuestras manos. Yo opto por el clasico bocadillo con pan arabe, tomate, lechega, cebolla y salsas picante y de yogurt.

 Diana MR